lunes, 9 de julio de 2012

Días atrás publicaba El Mundo en su suplemento Ariadna una interesante noticia sobre Twitter y su creciente importancia como rapidísimo canal de transmisión de información pero también de desinformación. El ejemplo más claro de los peligros del famoso pájaro de las redes sociales lo escenificó un rumor ya célebre: un futbolista donaba las ganancias económicas de la Eurocopa a los damnificados por los terribles incendios de Valencia. Pero no fue el único rumor. El fuego, el fútbol, el voluntariado y la mala praxis de algunos medios y reconocidos periodistas forjó la construcción de todo tipo de aberraciones como la afirmación de que "Iniesta donaba 300.000€ para la compra de motosierras a los voluntarios que querían hacer cortafuegos en Valencia..."

En esta columna publicada por Levante-EMV, Héctor González aborda la pérdida de credibilidad que puede acarrear no contrastar la información que circula por las redes sociales y cometer el error fatídico de retuitear un bulo.


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